Javier Jiménez27/01/02 0:00
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María Antonia Rodríguez podría ser condenada a entre diez y doce años de prisión por un delito de tráfico de drogas en Ecuador, según confirmaron ayer las fuentes jurídicas consultadas. Pese a esa tremenda amenaza, la familia todavía no ha contratado a un abogado de oficio, porque considera que esta solución sería peor. En ese país sudamericano, al parecer, los abogados de turno conocen a su cliente prácticamente el día del juicio y la defensa que pueden realizar no es precisamente tenaz y documentada.

El objetivo de la familia es conseguir que las autoridades declaren inimputable a la joven palmesana, debido a sus serios trastornos mentales que, en su opinión, no la hacen plenamente responsable de sus actos. Gloria Montaño, responsable de una ONG de ayuda carcelaria en Guayaquil, y la propia directora de la prisión donde está recluida María Antonia, ya explicaron a la familia que la joven es inimputable, aunque lógicamente se ha de demostrar este extremo mediante análisis forenses y psiquiátricos.

Los padres de la acusada son conscientes de que contratar a un abogado que ofrezca unas mínimas garantías en Ecuador les puede costar cerca de 1.000.000 de pesetas y, debido a su maltrecha situación económica, se han visto obligados a solicitar ayuda a la Administración. La familia espera ahora que no les den la espalda y que les ayuden para que María Antonia regrese a Mallorca.

Si no es juzgada en un año puede salir de la cárcel, pero no de Guayaquil
Una de las posibilidades en el caso de la mallorquina detenida en Ecuador es que no sea juzgada antes de un año, debido a las deficiencias en el funcionamiento de la Justicia de ese país y, en ese caso. María Antonia quedaría en libertad, pero restringida. Es decir, podría salir de la cárcel, pero no de la ciudad de Guayaquil, donde las condiciones de vida son muy difíciles, y debería esperar a la celebración del juicio. En otro orden de cosas, la familia del compañero de María Antonia (que también fue detenido en el aeropuerto con un alijo de cocaína) se ha volcado en su ayuda y está tratando de hacer todo lo posible para que el hombre reciba el mejor trato y una defensa digna.