TW
0

JAVIER JIMÉNEZ-M.FUSTER
Un joven de 28 años de edad apareció muerto en la madrugada de ayer en los calabozos del cuartel de la Policía Local de Cala Millor, donde estaba detenido por un supuesto delito. El acusado, vecino de aquella zona turística, había sido arrestado horas antes y los funcionarios policiales que lo trasladaron hasta las celdas no le apreciaron síntomas preocupantes de ansiedad o depresión. Siguiendo las normas habituales, los agentes le despojaron de los cordones de sus zapatos y de los efectos personales, y lo introdujeron en uno de los calabozos. De los datos recabados por este periódico se desprende que la actitud del joven fue prácticamente la normal entre los detenidos que pasan por aquellas dependencias, es decir, pidió poder ir al baño y un «pitillo» y en ningún momento alertó a los funcionarios de sus intenciones suicidas.

Sobre las 5.30 horas, aproximadamente, el joven parece ser que se ahorcó con el cordón de su chándal. Al poco tiempo los agentes que se encontraban de guardia descubrieron lo ocurrido, pero tuvieron problemas para abrir la puerta de la celda porque el cuerpo sin vida del joven la obstaculizaba. Cuando por fin consiguieron acceder al habitáculo el detenido se desplomó contra el suelo.

La primera reacción de los policías fue intentar reanimar a la víctima, pero todos los esfuerzos fueron inútiles. El juzgado de guardia de Manacor fue informado del fallecimiento y el magistrado, acompañado de una comisión judicial, se trasladó al cuartel de la Policía Local de Cala Millor. La Policía Judicial de la Guardia Civil de aquella localidad también se desplazó a aquellas instalaciones, para confeccionar el correspondiente informe policial. El juez ordenó que se abriera una investigación para aclarar todas las circunstancias del fallecimiento y a la víctima se le efectuará la autopsia para concretar los detalles de sus últimos momentos.

Nada más tener conocimiento de lo ocurrido, los familiares del joven se trasladaron hasta el cuartel en estado de gran nerviosismo y se vivieron lógicos momentos de tensión. El fallecido se encontraba solo en la celda y no existe ningún testigo de los acontecimientos. Esta es la primera vez que un detenido, al parecer, se quita la vida en los calabozos municipales de Cala Millor y el suceso ha provocado honda conmoción.