Los errores judiciales, como la decisión de un jurado de declarar
inocente de los asesinatos de dos niños a un joven que ha pasado
media vida en prisión por estos hechos, generó ayer una gran
polémica en Francia. Patrick Dils, que ahora tiene 31 años, fue
acusado del asesinato en 1986 de dos niños de 8 años en
Montigny-les-Metz (noreste de Francia) y, tras ser detenido y
encarcelado un año después, en 1989 fue condenado a cadena
perpetua. Tras ser declarado inocente de estos cargos en un nuevo
proceso, el abogado de Dils aseguró que se trata del «mayor error
judicial» en Francia.
La defensa de Dils anunció que pedirá para su cliente una
indemnización de 2'3 millones de euros por los años que ha pasado
en prisión. El joven, quien tras los crímenes confesó su
culpabilidad y después se retractó de ello, rompió a llorar al oír
el veredicto y aseguró que ahora sólo pretende poder vivir
normalmente, tras haber estado entre barrotes por espacio de media
vida.
Sin embargo, la abuela de uno de los niños, que murieron
apedreados, dijo ayer que sigue convencida de la culpabilidad de
Dils. El caso del asesinato de los niños será enviado ahora a la
Fiscalía de Metz (noreste), que explicó que «las decisiones de
orientación de este procedimiento se adoptarán de forma rápida y
serán comunicadas a las familias de las víctimas, a las cuales se
propondrá un encuentro con la Fiscalía en compañía de sus
abogados». Mientras los familiares de Dils (su padre se desmayó al
escuchar el veredicto de inocencia) respiran aliviados, los
parientes de los dos niños asesinados se enfrentan a un nuevo
procedimiento, con la vista fijada en un asesino en serie, Francis
Heaulme.
Heaulme, condenado en seis ocasiones por asesinato, reconoció
durante el proceso a Dils que vio a los niños el mismo día de los
crímenes, pero que no los mató, aunque, según la Justicia, hay
«presunciones concordantes y gravísimas» en su contra.
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