El Ministerio Fiscal y el abogado de la defensa pactaron esta
pena para Francisco A.M., de 50 años y natural de Granada, ya que
la presencia de cinco testigos, así como de la declaración de la
acusada, dejaban fuera de toda duda la culpabilidad del acusado,
que había asestado cuatro puñaladas a su esposa tras una discusión
entre la pareja.
Dentro de la pena, sin embargo, el fiscal ha tenido en cuenta la
circunstancia atenuante del intento, por parte del acusado, de
corregir de forma pecuniaria la agresión, ya que la víctima, que se
encuentra separada de su marido y en proceso de divorcio, ha
recibido la cantidad de 1.800.000 pesetas en concepto de
indemnización. Una circunstancia que se ha producido de mutuo
acuerdo entre las partes. Este hecho ha provocado que el propio
fiscal también haya renunciado al pago de una indemnización de
carácter legal por responsabilidad civil.
Los hechos sucedieron la noche del 9 de agosto de 2001. La
pareja viajaba en un taxi y a la altura de un conocido
supermercado, el chófer les hizo bajarse del automóvil, ya que
estaban discutiendo acaloradamente y la tensión iba en aumento. Una
vez en la calle, según testigos presenciales, el hombre agredió a
su compañera y, de repente, esgrimió una navaja automática de
importantes dimensiones con la que asestó cuatro puñaladas a su
pareja sentimental. Una en el rostro, otra en el tórax, en el
abdomen y en el antebrazo.
Alguna de ellas fueron puñaladas que podían haber causado la
muerte de la víctima, según corroboraron los médicos forenses ayer
en el juicio. La mujer tuvo que ser atendida de urgencia en el
hospital de Manacor para sanarse del brutal ataque.
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