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El agente de la Policía Local de Palma fue arrestado a finales del mes de abril pasado, después de que la víctima de un robo con intimidación cometido en el mes de noviembre lo reconociera en el álbum de sospechosos del Cuerpo Nacional de Policía.

Precisamente su fotografía se encontraba en poder de la Jefatura de Palma porque años atrás ya había sido arrestado por un incidente acaecido en el Passeig Marítim, donde supuestamente obligó a su novia a subir a un coche amenazándole con un arma y luego la encerró en una casa. En declaraciones a este periódico, el funcionario encausado ha matizado que su foto ya no debía de constar en el álbum de detenidos «porque el otro asunto se aclaró y mi abogado me dijo que se había dado orden de que se destruyera, ya que no tenían nada contra mí. Sin embargo, no lo hicieron y por eso vino todo el embrollo».

Sea como fuere, el CNP inició la investigación para esclarecer el robo con intimidación de noviembre sin tener un sospechoso claro. La mujer explicó que había sacado 35.000 pesetas de un cajero automático próximo a la calle Nuredduna y que un delincuente la había abordado poco después y la había amenazado con un objeto punzante para apoderarse del dinero. El hombre llevaba el rostro semitapado, pero la mujer lo identificó en la rueda de reconocimiento. «Según el Cuerpo Nacional de Policía lo hizo 'sin ningún género de duda', pero en el juzgado su declaración no fue tan contundente y dijo que creía reconocerme», matizó.

Días después el policía municipal fue arrestado y pasó una noche en los calabozos de la Jefatura de la calle Ruiz de Alda, antes de quedar en libertad con cargos. Desde el Ayuntamiento de Palma y el cuartel de San Fernando se pidió que no se realizaran juicios a priori y que se respetara la presunción de inocencia del agente encausado, y también el concejal José Manuel Sierra salió en su defensa y dijo que era necesario esperar a una decisión judicial, que ahora ha llegado en forma de sobreseimiento provisional.