El lunes la mujer comentó a unos vecinos que tenía intención de
tirar a los cachorros, y sobre las cuatro de la tarde unos
conocidos que iban hacia el puerto vieron el coche de la mujer, en
marcha pero ella no estaba. Una media hora después, de regreso a
Valldemossa, vieron el coche en el mismo lugar. Horas después, al
seguir el turismo en marcha y sin que apareciera la mujer, se dio
aviso a la Guardia Civil.
Un equipo del Grupo de Rescate en Montaña se desplazó al lugar
después de una serie de gestiones, infructuosas, de compañeros del
Cuerpo. Los especialistas sospecharon que la mujer pudo haber
resbalado y se precipitó al vacío, por lo que a las dos y media de
la madrugada efectuaron un descenso en rappel por un barranco de
unos 100 metros de altura. Al llegar abajo rastrearon la zona y no
encontraron nada pero, al iniciar el ascenso, uno de los agentes
escuchó el maullido de un gato en una zona cercana. Minutos después
se inició el descenso en otro punto, de 40 metros de altura, y se
encontró el cadáver de la mujer. Los componentes del GREIM,
perfectamente equipados para rescates nocturnos, izaron el cuerpo
sin vida hasta la carretera, en un trabajo muy laborioso que se
prolongó hasta primera hora de la mañana de ayer. A continuación se
llevaron a cabo las gestiones pertinentes en estos casos. Se avisó
a la autoridad judicial y a los familiares de la mujer.
Todo apunta a que Renée resbaló a causa de la gravilla y se
precipitó al vacio con los cachorros.
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