Varias fuentes y testigos presenciales discreparon sobre cómo
fue la secuencia de la catástrofe, que según unas versiones tuvo
origen en una explosión a bordo. Otras versiones dijeron que el
Il-86, en vuelo técnico a San Petersburgo con una tripulación de
cuatro pilotos y doce auxiliares de vuelo a bordo, se incendió tras
desplomarse a tierra desde una altitud de 200 metros muy cerca de
la autopista Dmítrovskoye. También hubo confusas informaciones
sobre el número exacto de tripulantes, que se cifró entre 12 y 20,
y sobre la supuesta muerte de dos personas que recogían setas en
las inmediaciones y que fueron presuntamente alcanzadas por los
restos del avión.
Dos azafatas, Tatiana Moiseyeva y Arina Vinogradova, fueron
rescatadas con vida, pero en estado grave de los restos calcinados
del Iliushin-86, informó el ministerio de Situaciones de
Emergencia. Una de ellas fue ingresada en el hospital Bódkino y su
estado no es grave. La segunda azafata «también está viva y
actualmente se encuentra en reanimación» en la unidad de cuidados
intensivos, dijeron fuentes del hospital Sklifosovski donde fue
internada.
Un portavoz del Kremlin declaró que «naturalmente este tipo de
acontecimientos siempre se ponen en conocimiento del presidente»
Vladímir Putin. Varios vuelos tuvieron que ser aplazados mientras
el aeropuerto permaneció cerrado. Unos 15 coches de bomberos y 20
ambulancias se concentraron en los alrededores para reducir las
llamas y buscar a otros posibles supervivientes entre los restos
del fuselaje, que se dispersaron en un radio de más de medio
kilómetro.
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