Los turistas de la Platja de Palma se vieron sorprendidos por la fuerte tromba de agua. Foto: J.MOREY.

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Se cumplieron los pronósticos meteorológicos y una tormenta que en ocasiones adquirió dimensiones de aguacero descargó ayer sobre Mallorca, ocasionando incendios por la caída de rayos, inundaciones, cortes de luz, fallos en los semáforos y numerosos accidentes de tráfico. Los servicios de emergencia actuaron sin descanso en zonas como Llucmajor, Calvià, Andratx, Inca, Artà o Can Picafort, y en Palma el temporal afectó sobre todo a s'Arenal, donde muchos souvenirs quedaron anegados.

Hasta el mediodía la situación era de alerta en la Isla, con un cielo encapotado que presagiaba lluvias fuertes, tal y como se había anunciado. A partir de ese momento empezó a llover con intensidad, de más a menos, y el caos se instaló de nuevo en Mallorca, como cada vez que diluvia. En media hora cayó un aguacero sobre s'Arenal y Llucmajor, lo que motivó que los bomberos y la policía se movilizaran para atender los achiques y los coches que se habían quedado parados en mitad de la calzada. La situación fue de mal en peor y a los cortes de luz en casas y locales se sumó el caos circulatorio, con semáforos fuera de servicio y calles que parecían ríos.

En la comarca de Inca las precipitaciones fueron muy intensas e incluso granizó, algo bastante atípico en el mes de agosto. En concreto, en esta ciudad se registraron 40 litros por metro cuadrado, 29 en Capdepera y 25 en Selva. Hasta media tarde Protección Civil mantuvo la alerta por lluvias y a partir de las 17.00 el cielo se despejó sorprendentemente en Palma y se instaló de nuevo un sol casi veraniego. Otra consecuencia de las precipitaciones fue la altísima siniestralidad en las carreteras. Como botón de muestra, el Subsector de Tráfico atendió 18 accidentes en toda Mallorca en sólo una hora y media, aunque en la mayoría de los casos se trató de daños materiales.

Por último, el centro de emergencias del 112 informó de que se habían declarado incendios forestales en Artà, Sant Llorenç y la Colònia de Sant Pere debido a la caída de rayos, ya que la tormenta llegó con un gran aparato eléctrico. La totalidad de los siniestros se apagó sin necesidad de grandes despliegues, por la acción de la lluvia. Para hoy las previsiones meteorológicas no son muy optimistas y se esperan lluvias localmente fuertes en todo el archipiélago balear.