El presunto homicida, momentos después de ser detenido por los efectivos de policía. Foto: M.A.C.

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JAVIER JIMÉNEZ-GUILLEM PICÓ
Bao Li recibió una única y mortal puñalada junto a la cocina de su casa, delante de sus tres sobrinos y de su hermana, que presenciaron horrorizados cómo el hermano mayor blandía un cuchillo y se lo clavaba en el costado. Eran aproximadamente las 9.45 horas de ayer y el escenario del crimen fue un segundo piso del número 13 de la calle Socorro, en pleno 'barrio chino' de Palma, justo enfrente del colegio de Sant Agustí. Minutos antes Bao y su hermano, de 31 y 40 años respectivamente, entablaron una violenta discusión por un asunto trivial.

Los familiares intentaron mediar en la riña, pero el hermano mayor, supuestamente, se fue ofuscando y cuando Bao se disponía a salir de la cocina le asestó la cuchillada fatal. Los testigos presenciales tuvieron un ataque de histeria y los gritos colectivos alarmaron a los vecinos de la finca de tres alturas, que llamaron a la policía. En pocos minutos varias dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local llegaron a la calle Socorro y se encontraron a la víctima tendida en la acera, agonizando. Sus familiares le habían bajado del piso prácticamente en volandas y sollozaban junto a él, al tiempo que proferían palabras y alaridos ininteligibles para los agentes.

Los servicios sanitarios intentaron reanimar a la víctima y durante más de media hora varios médicos le practicaron masajes cardíacos y otras técnicas de reanimación, ante la mirada expectante de un número creciente de curiosos que se iba acumulando a ambos lados de la calle. El presunto agresor, cuya identidad no ha trascendido, fue interceptado en las cercanías del domicilio y quedó custodiado en el interior de un coche «Z», frente a la iglesia del Socors. El asiático se encontraba muy desconcertado, pero no ofreció resistencia.

Su hermano, finalmente, falleció y el Grupo de Homicidios procedió a acordonar la calle y subió al escenario del crimen, a fin de realizar una minuciosa inspección ocular que se prolongó de las diez de la mañana a las 13.00 horas. Los testigos presenciales, que seguían en estado de 'schok', fueron trasladados hasta la Jefatura para prestar declaración y el lunes se efectuará la autopsia al cadáver.