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El volumen excesivamente alto de una radio fue, al parecer, lo que hizo saltar la chispa de la discusión entre los dos hermanos asiáticos, según han declarado los familiares que fueron testigos presenciales de la reyerta. De acuerdo con los datos recabados por este periódico, uno de los dos hermanos llegó al piso ya entrada la mañana, tras pasar toda la noche de copas, y subió el volumen de la música, lo que molestó al otro, que se acababa de despertar. La discusión pasó de las palabras y el hermano mayor cogió un cuchillo de la cocina y apuñaló fatalmente al otro.

El juzgado de instrucción número 4, que ayer realizaba funciones de guardia, fue informado del crimen y el magistrado se desplazó hasta la calle Socorro para seguir de cerca la investigación y autorizar el levantamiento del cadáver. Además, el juez ha ordenado que el lunes se le efectúe la autopsia a los restos mortales de Bao Li, a fin de determinar la trayectoria de la puñalada y algunos aspectos relacionados con los últimos momentos del trabajador oriental.

El acusado permanecía al cierre de esta edición en los calabozos de la Jefatura de Policía, a la espera de prestar declaración en las próximas horas, y con la ayuda de un intérprete, ante los inspectores del Grupo de Homicidios. El lunes es casi seguro que el presunto homicida sea trasladado hasta los juzgados de Vía Alemania, para que el magistrado le interrogue sobre los hechos y determine su ingreso en prisión o su puesta en libertad, extremo éste último bastante improbable.

Policialmente, el caso del crimen de la calle Socorro está bien encauzado y cuando se reúnan una serie de pruebas pendientes y se recabe la declaración del principal acusado quedará cerrado. Todo parece indicar que una trivialidad como el volumen de la radio originó la tragedia.