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La Fiscalía reclama tres años de cárcel a un ciudadano holandés residente en Calvià, que está acusado de apuñalar a su mujer, aunque él mantiene que se trata de una denuncia falsa y que ella actúa por un móvil económico. Los hechos ocurrieron en el mes de septiembre del pasado año. La mujer salió de un apartamento gritando y pidiendo ayuda. Presentaba sangre por corte en el pecho y otro en el brazo, asegurando que se los había realizado su marido con un cuchillo de 20 centímetros. El hombre, que es un acaudalado empresario y que aquella noche había bebido más de la cuenta, negaba esta agresión. Cuando la Guardia Civil lo encontró el hombre tenía la camiseta manchada de sangre, pero sus manos estaban límpias. Estaba tan bebido, que llegó a caerse dos veces al suelo desde el lugar donde fue encontrado hasta el coche policial.

La mujer, que es médico y tiene la nacionalidad rusa, sostuvo ayer ante la juez que su marido la apuñaló e intentó matarla con un cuchillo de cocina, que no apareció en el lugar de los hechos y señaló que el ataque fue con un movimiento de arriba a abajo. Sin embargo, las lesiones que sufrió, que sólo fueron cortes leves, no coinciden con la valoración que realizó ayer un médico, que afirmó que si era cierto que el agresor la hubiera atacado como ella cuenta las lesiones hubieran sido más profundas y más graves. El abogado defensor, Diego Wencelblat, presentó como testigo al primer marido de la denunciante, quien explicó que en viaje a Suecia ella le denunció por realizarle unos cortes en las muñecas, le detuvieron, pero después se comprobó que se los había hecho ella misma. Este testigo, que es holandés, vino ayer a Mallorca para declarar a favor del segundo marido de su ex mujer. Sin embargo, la denunciante niega esta versión.