Ayer quedó visto para sentencia el juicio contra el ciudadano
holandés, residente en Calvià, llamado Wilfried B., que está
acusado de apuñalar a su mujer. El acusado sostiene que no hubo tal
agresión y los cortes que presentaba la mujer se los hizo ella
misma siguiendo un móvil económico. Inicialmente la Fiscalía
reclamaba tres años de prisión. Sin embargo, ayer el fiscal Jaume
Guasp elevó su propuesta y pidió a la juez que condenara al
holandés a cinco años de prisión, al no considerar que en el
momento de los hechos estuviera bajo los efectos del alcohol.
El fiscal criticó que se intentara criminalizar la figura de la
víctima y sostuvo que el acusado persiguió a su mujer y la intentó
apuñalar. Sin embargo, el abogado defensor Diego Wencelblat
consideró que el fiscal sólo se había creído la versión de la
víctima y que no se había interesado por aclarar lo que había
ocurrido. El letrado no sólo criticó la investigación que se
practicó sobre este suceso, sino que recordó que un perito médico
afirmó que era imposible que las lesiones que tuvo la mujer se
hubieran realizado tal como ella explica. «Las cicatrices eran
leves y es imposible que con un cuchillo de 20 centímetros de hoja
sólo te dejen estos cortes».
La defensa calificó a la víctima de «muy inteligente» y recordó
que durante las semanas que el acusado estuvo en prisión lo
aprovechó para llevarse a Holanda un Mercedes, que era de su
marido, y venderlo. Además, Wencelblat mantuvo, basándose en un
informe médico de la fecha de los hechos (el mes de septiembre del
pasado año) en el que se afirma que el empresario holandés sufría
un estado etílico elevado. Por ello, el letrado considera que con
este estado es muy difícil que una persona pueda romper la puerta
de una casa, dirigirse a la cocina para coger un cuchillo y lograr
dar alcance a la mujer que había salido corriendo del lugar de los
hechos.
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