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La Guardia Civil de Andratx vivió ayer una festividad de la Virgen del Pilar distinta a la de otros años por dos motivos: el primero, porque la celebración se llevó a cabo en el nuevo acuartelamiento y el segundo, más triste, porque se rindió un homenaje al cabo Francisco Orejana, que este año fue asesinado.

A la celebración acudió el actual alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, la anterior alcaldesa, Margalida Moner, y alrededor de 200 invitados. Junto a la bandera española se colocó una placa que recordaba al cabo asesinado y también una corona de flores regalada por un particular. El sargento Leiva, comandante de puesto, agradeció a Moner su ayuda para la construcción del actual cuartel y destacó la buena relación existente entre la Guardia Civil y la Policía Local. El acto finalizó con una ofrenda a los caídos y un vino español a los invitados.

En Palmanova la Benemérita también celebró ayer la festividad de la Virgen del Pilar. Al mediodía, cerca de 100 personas se reunieron en la iglesia del término y al término de la misma los asistentes se desplazaron hasta el Hotel Palmanova, donde disfrutaron de una comida. Neus Pacheco, la teniente de alcalde del ayuntamiento de Calvià, entregó al teniente Ramón Darder, jefe del cuartel de Palmanova, la cruz de la orden del Cuerpo con distintivo blanco.