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La policía del área de Washington ha recibido un nuevo mensaje relacionado con el caso del francotirador y ha confirmado que en una comunicación previa se advirtió de que «los niños no están seguros en ninguna parte y en ningún momento». Así lo informó ayer el jefe de policía del condado de Montgomery (Maryland), Charles Moose, quien compareció ante los periodistas, aunque no respondió a sus preguntas, para afirmar: «Hemos recibido una nueva comunicación a la que responderemos pronto».

Moose reiteró que el asesinato de al menos diez personas en los últimos 20 días deja en evidencia que «todos los ciudadanos han estado y están en una situación de riesgo», independientemente de su raza, sexo, edad, lugar de residencia o profesión. Aunque no ha sido confirmado todavía oficialmente, debido a que la policía está a la espera de conocer el resultado de los exámenes balísticos, todo apunta a que el asesinato de Conrad Johnson, un chófer de autobús de 35 años, quien recibió ayer un disparo en el abdomen en Silver Spring (Maryland), está relacionado con el asesino en serie.

Sobre las amenazas del asesino contra los niños, Moose leyó el citado fragmento de que éstos «no están seguros en ninguna parte y en ningún momento», y añadió que es sólo parte del contenido del mensaje y que no se difunde en su totalidad porque «no sería oportuno ahora». No hizo referencia, sin embargo, a otras informaciones según las cuales el asesino habría pedido una importante cantidad de dinero para detener los crímenes.

El responsable policial explicó que las autoridades decidieron precisar los términos de la amenaza contra los menores tras las especulaciones que circularon en las últimas horas en la prensa, que llevaron al cierre de varios colegios en Ashland (Virginia). Con respecto al inmigrante mexicano y otro guatemalteco detenidos en Richmond (Virginia) como sospechosos, se confirmó que no tienen nada que ver con el asesino en serie y se informó de que ambos serán deportados de Estados Unidos.