López Valdivielso firmó una orden por la que sólo se permite vivir en los pabellones a parejas heterosexuales.

TW
0

PEP MATAS-MICHELS
Un agente de la Guardia Civil destinado en Mallorca solicita de manera oficial que se le conceda una vivienda en la casa cuartel para poder vivir con su compañero sentimental. El representante legal de la pareja ha confeccionado un escrito en el que se detalla la solicitud, que será entregado a los mandos de la Comandancia de Palma a principios de la próxima semana. El agente y su compañero están inscritos como pareja de hecho en el registro del Govern.

El compañero sentimental del agente reside en una localidad distinta a la de destino del guardia, y nada tiene que ver con el Cuerpo. La petición será estudiada por la Junta de Mandos de la Comandancia, que tiene que reunirse para tomar una decisión al respecto. De manera extraoficial, los mandos, y muchos compañeros del Cuerpo, están ya enterados del asunto. Fuentes muy cercanas a la pareja han confirmado la noticia a este periódico, y han señalado que es la primera vez que se plantea en España una solicitud de estas características en la Guardia Civil.

Las mismas fuentes han manifestado que el hecho de que se conceda o no la autorización depende de la interpretación de los artículos 12 y 16 de una Orden General de la Dirección General de la Guardia Civil, que se firmó el 8 de agosto de 1994. En principio se entiende que sólo tienen derecho a ocupar los pabellones las parejas heterosexuales.

La citada orden se refiere a la regulación de pabellones en el Cuerpo. En los artículos se detalla: «Podrán habitar en el pabellón el adjudicatario, su cónyuge o persona con la que forme pareja heterosexual estable y los familiares de ambos hasta el segundo grado de parentesco. Para el resto de personas se requerirá autorización escrita del mando que tenga facultad para la adjudicación».