Amigos y conocidos de Andreu, ayer en el bar, sostuvieron que era una buena persona.

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A.BASSA/ J.M.SASTRE Perplejidad, tristeza, conmoción e indignación. Éstos son algunos de los sentimientos que ayer expresaban los vecinos de Sant Llorenç tras conocer a través de las páginas de la detención del vecino E.G.S. como acusado de ser el presunto autor de la muerte del hombre cuyo cadáver fue exhumado la semana pasada y cuya autopsia desveló que había indicios de homicidio.

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Pero lo que la noticia causó fue desconcierto, porque a pesar de que por el pueblo se comentaba que la muerte del hombre llamado Andrés no fue «por causas naturales», nadie se atreve a asegurar que el detenido sea su asesino, aunque algunos corroboraron las malas relaciones entre ambos. De hecho, eran muy conocidos en Sant Llorenç los problemas y discusiones que había mantenido el detenido con otras muchas personas «llegando incluso a las manos». Si bien «hace algún tiempo parecía que se había rehabilitado, no creemos que pudiera llegar a matar a nadie, es muy fuerte», comentan en un bar del que tanto el finado como el detenido eran clientes.

En la calle sa Creu de la localidad, donde residía el fallecido, la noticia publicada por este periódico se propagó como la pólvora y en todos los hogares se recordaba a Andreu como una «bellísima persona». Un vecino, Francisco Sureda, y su esposa estaban muy apenados por el fallecimiento: «Era una persona muy sociable. Era mi despertador, se levantaba a las seis y media y yo decía 'n'Andreu ja se'n va' es hora de levantarse. Estamos my tristes. Era muy trabajador y muy buen vecino. Hoy hemos pensado mucho en él y en su familia».

En la misma calle, Antonia Servera, prima política de Andreu, dijo que «cuando lo vi me quedé impresionada», recordando el día en que la avisaron de que había muerto. «Era una bellísima persona, muy buen hombre, muy trabajador y muy simpático», comenta Antonia. En referencia a la detención de E.G.S. sostiene «no saber nada, hay muchos rumores por el pueblo».