Las ventanas exteriores del edificio quedaron carbonizadas. Foto: A.S.

TW
0

No se habían alcanzado todavía las cinco de la madrugada de ayer cuando los vecinos de la calle Pescateria, próxima a Cort, advirtieron sobresaltados que el edificio ubicado en el número 1 estaba envuelto en llamas.

Desde hace aproximadamente seis años el inmueble está deshabitado, aunque en la planta baja se encuentra ubicada una tienda de ropa que sí está en funcionamiento. La fachada exterior había sido rehabilitada recientemente, dentro del plan de embellecimiento de inmuebles cercanos al Ajuntament, pero en el interior el estado era ruinoso, de ahí que todo apunte a un cortocircuito para explicar el origen de la llamas. Un total de doce bomberos y dos camiones del parque central se desplazaron hasta la calle del siniestro y cuando comenzaban las tareas de extinción apreciaron cómo la tercera planta se desplomaba sobre la segunda. Este imprevisto provocó que el fuego se extendiera a otras dependencias y los equipos de emergencia tuvieron que redoblar los esfuerzos y permanecer en el edificio hasta las diez de la mañana, cuando se controló de forma definitiva el incendio.

Ayer este periódico pudo comprobar que además de los cuantiosos desperfectos en las dos plantas superiores, donde por fortuna no había inquilinos, también resultó dañada una tienda emplazada en la planta baja. El agua arrojada por los bomberos en grandes cantidades se fue filtrando y además de empapar las paredes también tiró parte del falso techo.

Ayer por la mañana la calle permanecía parcialmente cerrada a los peatones (por temor a desprendimientos) y las ventanas de madera carbonizadas, visibles desde el exterior, evidenciaban que el siniestro llegó a poner en peligro todo el edificio.