El detenido ha sufrido algunas recaidas en su enfermedad.

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Dos médicos forenses adscritos a los juzgados de Palma han confirmado que Manuel Llinás, el hombre que el pasado mes de octubre mató a su novia en un piso de la calle Ausiàs March, sufre una enfermedad mental. Por tanto, los forenses Julio López Bermejo y Antonio Siquier entienden, y así lo han hecho constar en su informe que han remitido al juzgado, que el hombre no era consciente de sus actos cuando estranguló a su novia, Beatriz Garau, a la que mató después de presenciar una película de terror.

Según han confirmado fuentes próximas al caso, el individuo sigue ingresado en la Unidad Psiquiátrica de Son Dureta, a la espera de que en breve sea trasladado al centro psiquiátrico de Foncalent, donde está previsto que se le realicen más pruebas sobre su estado mental. El informe de los forenses coincide con el primer diagnóstico que emitieron los médicos psiquiatras de Son Dureta, que llegaron a la conclusión de que el detenido era esquizofrénico y que creían que en el momento de cometer los hechos estaba sufriendo un brote de esta enfermedad.

Además, desde que el detenido se encuentra ingresado en esta unidad psiquiátrica ha sufrido varias recaidas. Hay momentos en los que está lúcido y otros en los que no se controla. Si estos informes de los forenses son confirmados por los médicos psiquiatras, todo parece indicar que el detenido, defendido por el abogado Francisco de Sales, sería absuelto del delito de asesinato al existir una eximente de trastorno mental. En estos casos los jueces exculpan al acusado del delito que ha cometido, pero adoptan medidas de seguridad, que suelen ser internamientos en centros médicos especializados, para que los enfermos reciban los tratamientos adecuados ante la enfermedad mental que sufren.

El día que el detenido prestó declaración ante la juez Piedad Marín ya dijo que no recordaba ni el móvil ni el motivo por el que había matado a Beatriz. De hecho, dijo que no tenía ninguna razón para estrangularla. El hombre tiene antecedentes familiares de esquizofrenia y, según han detallado algunos de sus allegados, en los últimos meses su comportamiento se había vuelto más extraño.