De inmediato se montó el plan de evacuación del parque. Los
niños fueron saliendo deprisa y de forma ordenada hasta la
explanada donde está el aparcamiento. Varias patrullas de la
Policía Local de Calvià y de la Guardia Civil acudieron a
Marineland y acordonaron la zona. Instantes después llegaron dos
unidades de los Bomberos del Consell, miembros de Protección Civil,
dos ambulancias, así como la teniente de alcalde del Ajuntament de
Calvià, Neus Pacheco. El responsable de la Protección Civil indicó:
«Es positivo que se hagan este tipo de simulacros para que los
niños sepan que un aviso de bomba puede ser algo habitual. Así,
cuando suceda se lo tomarán en serio y sabrán actuar de forma
correcta».
Una vez que las instalaciones de Marineland estuvieron vacías,
los artificieros de la Guardia Civil colocaron un pequeño explosivo
para que el perro lo detectase. Cuando el can encontró el explosivo
que se había escondido el guía jugó con el perro como «premio». Los
niños quedaron impresionados por la forma en que el perro obedecía
a su amo. Igualmente, los agentes acabaron de explicar a los
alumnos el procedimiento que se suele seguir en este tipo de casos
para «que todo se desarrolle con éxito y no suceda nada». Una hora
después se dio por concluido el simulacro y los efectivos
policiales se fueron retirando de la zona.
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