La policía se trasladó al lugar del suceso, situado en la calle
de San Rafael, tras ser avisada por los vecinos de la pareja, que
escucharon golpes y gritos, si bien cuando llegaron la víctima
había sido ya arrojada desde su vivienda por su pareja, un
ciudadano de nacionalidad sueca que fue detenido de inmediato por
los agentes policiales. De igual modo la policía detuvo a otro
ciudadano de nacionalidad francesa, acusado de presenciar la
discusión y posterior agresión sin intentar impedirlo.
Al parecer la pareja residía en Fuengirola, si bien el agresor
regentaba un negocio de muebles en Las Lagunas (Mijas), y aunque la
policía no cuenta con ninguna denuncia por malos tratos, eran
frecuentes las discusiones y los episodios de violencia, según
comfirmaron algunos de los vecinos que presenciaron lo
ocurrido.
La joven fallecida era además madre de un pequeño de cuatro o
cinco años de edad, que no presenció lo ocurrido al encontrarse
pasando las Navidades con sus abuelos. La alcaldesa de Fuengirola,
Esperanza Oña, lamentó el suceso y recordó que en la actualidad
existen muchos casos «como éste, de violencia doméstica que no sale
a la superficie hasta que ya el daño es irreparable».
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