Thorsten T., el presunto asesino de 'Stefie', no se limitó a
intentar pasar desapercibido tras la desaparición de la
adolescente, sino que intervino activamente en al menos cinco
batidas que se organizaron por s'Arenal de Llucmajor y recorrió
decenas de calles de esa zona turística colgando carteles con su
fotografía. Los investigadores creen que el prófugo alemán, de 40
años, adoptó esa actitud para que las sospechas iniciales no
recayeran en él y, al menos durante algunos meses, consiguió su
objetivo.
Desde los primeros días en que la familia de la menor la echó en
falta Thorsten estuvo junto a ellos, apoyándoles y dándoles
esperanzas de que 'Stefie' aparecería en breve. A medida que fueron
pasando los días y Silvia, la madre, interpuso una denuncia ante la
Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, el sospechoso se
sumó a todas las iniciativas que se llevaban a cabo e incluso
'coordinó' algunos operativos de búsqueda en el que participaron
vecinos y amigos.
Su interpretación, durante ese tiempo, fue impecable e hizo
creer a todos que realmente estaba muy afectado por la desaparición
de la compatriota adolescente. Otro dato que ha trascendido es que
Thorsten pudo planificar su ataque contra 'Stefie' en el sentido de
que esperó la llegada del fin de semana del 29 al 30 de julio del
año pasado porque sabía que esa noche la menor se quedaría sola en
casa. Su madre había salido a reunirse con su compañero
sentimental, que trabaja en un hotel de s'Arenal, y su hermano
estaba con unos amigos, por lo que en la planta baja de la calle
Sant Bartolomé sólo se encontraban ella y él.
Los vecinos de la finca no escucharon esa noche nada extraño y
el perro de los Rüggeberg tampoco ladró, por lo que parece que la
adolescente tuvo pocas posibilidades de defenderse. La vivienda
escenario del crimen era, anteriormente, un dúplex, pero los
propietarios la dividieron en dos casas independientes. En la
planta baja residían unos italianos y el presunto asesino, y cuando
la madre de 'Stefie' quiso alquilarla porque no cabían todos en el
piso superior dejó que Thorsten se quedara una de las habitaciones,
una especie de subalquiler.
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