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EFE-GRANADA
Encarnación Sánchez, de 80 años, murió ayer en Pinos Puente (Granada) tras recibir un disparo en la frente efectuado supuestamente por su esposo, Diego Recio, de 81, quien tras cometer el crimen, se descerrajó un tiro en la boca que le causó la muerte horas después. El suceso ha causado una gran conmoción en Pinos Puente, donde el matrimonio era muy conocido, y sus vecinos no encontraban explicación a lo sucedido, que ha sorprendido también a la Policía Local del municipio porque no tenía constancia de que existieran desavenencias entre la pareja.

Los vecinos apuntaron la hipótesis de que el supuesto parricida hubiera cometido el crimen en un intento de acabar con el sufrimiento de su esposa, que padecía alzheimer y estaba postrada desde hace años en una cama. Preguntado por esta posibilidad, un portavoz de la Policía Local de Pinos Puente dijo que era una de las causas «más comentadas» en el municipio, situado en el área metropolitana de la capital granadina.

Fue uno de los cinco hijos del matrimonio el que descubrió el crimen esta mañana, alrededor de las 08.20 horas, cuando acudió a la vivienda de sus padres, situada en el número 162 de la calle Real, según los datos facilitados a EFE por la Policía Local del municipio y la Guardia Civil. Diego Recio se encontraba a la entrada de la vivienda «agonizante», mientras que su esposa yacía muerta en su cama con un disparo en la frente. El supuesto parricida utilizó una carabina, que es un rifle pequeño, para efectuar los disparos que costaron la vida a su esposa y lo hirieron a él de extrema gravedad.