No eran precisamente los siete magníficos y su voracidad delictiva
llegó a crear gran alarma social en sa Ràpita, donde desvalijaron
al menos 74 casas y chalets. La Policía Judicial de la Guardia
Civil ha conseguido desarticular una banda de siete menores que
cada semana actuaba en esa zona costera de la Isla y que se
convirtió en una auténtica «pesadilla» para los investigadores y
también para los residentes.
La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de
Palma informó ayer de que los robos se iniciaron el pasado mes de
septiembre, coincidiendo con el final del verano y, por ende, con
el menor número de turistas y vecinos en sa Ràpita. Los
delincuentes eligieron la urbanización de ese nombre para sus
«palos» y en realidad se cebaron con ella: cada semana durante
todos estos meses han cometido uno o varios robos, algunos
sonados.
El problema consistía en que se trataba de menores que simulaban
estar con su «pandilla» por aquella zona, sentados sobre sus
ciclomotores y en aparente reunión callejera. Así pasaban
desapercibidos, pero en realidad sus intenciones distaban mucho de
una simple cita con los amigos y vigilaban los chalets elegidos
para cercionarse de que no estaban habitados, al menos entre
semana. De lunes a viernes sabían que tenían «carta blanca» para
actuar, ya que rara vez los propietarios aparecían por allí, y
además se preocupaban de que la vivienda asaltada no tuviera
excesivas medidas de seguridad, para asegurarse el éxito.
En las diligencias, que han sido muy complejas, ha participado
también la Policía Local de Campos, y hace ya algunas semanas los
agentes obtuvieron pistas claves para desarticular la banda. Así
pues, el pasado día 24 fueron arrestados los siete menores y tres
cómplices mayores de edad: los marroquíes Tarik S., de 18 años, y
Abdelkader E., de 34, y el español Tomás M., de 28, éste último por
un delito de receptación. La operación ha sido supervisada por la
autoridad judicial y por la Fiscalía de Menores, y se han
practicado varios registros en las viviendas de los
sospechosos.
De momento se han recuperado numerosos efectos, por valor de
30.000 euros, y parte de este material ilícito ya ha sido devuelto
a sus legítimos propietarios. El resto puede ser visitado en el
cuartel de la Guardia Civil de Campos por aquellos propietarios que
han sufrido robos en la Urbanización sa Ràpita. Asimismo, en el
operativo policial se ha intervenido, de manera casual, 300 gramos
de resina de hachís que iba a ser distribuido entre jóvenes de esa
zona costera. La desarticulación de esta banda de menores, con al
menos 74 delitos a sus espaldas, supone uno de los operativos más
trascendentales de los últimos meses.
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