Los detenidos enviaban los objetos robados a Barcelona y después se mandaban a Rumanía.

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J.F.MESTRE/F.RAMOS
El Cuerpo Nacional de Policía de Palma, tras una investigación de varias semanas por parte del GRUME-SAF, ha desarticulado un grupo de rumanos que utilizaba a menores para cometer robos en la Isla, noticia de la que se informó en la edición de ayer. Entre los detenidos hay trece adultos de nacionalidad rumana y también se han arrestado a cuatro menores, a los que se les relaciona con la comisión de un centenar de delitos cometidos en Palma y la Part Forana. Esta investigación se inició tras detectar un considerable aumento de robos con violencia y hurtos cometidos por menores de origen rumano, que actuaban en establecimientos comerciales de Palma. Estos niños portaban siempre encima unos letreros de papel en los que figuraba la siguiente leyenda: «somos rumanos y no tenemos para comer, solicitamos una ayuda». Con esta excusa lograban entrar en los comercios, si bien muchas veces se les interceptaba tras cometer los robos.

Como se trataba de menores de 14 años, a los que no se les puede imputar un delito, se les trasladaba al centro de Acogida para Extranjeros, que dirige el Consell Insular. Sin embargo, los chicos en pocas horas se fugaban.

Ante la repetición de estos hechos la policía indagó sobre el tema, al sospechar que estos menores actuaban por orden de algún adulto, que les inducía a cometer los robos. Los agentes de esta unidad policial averiguaron que uno de los menores, que se negó a robar para esta organización desarticulada, había sido agredido por negarse a «trabajar» para ellos. La policía, en gestiones posteriores, localizó el lugar donde vivían los rumanos. Se trataba de una vivienda situada en la calle General de Palma en la que, por lo menos, vivían unas 20 personas, todas ellas rumanas, entre adultos y menores. La policía comprobó que la organización, para desplazarse utilizaban tres potentes coches, que han sido intervenidos, al igual que, tras registrarse la citada vivienda, 1.610 euros en metálicos, dos libretas de ahorros, 73 teléfonos móviles, siete cámaras digitales de vídeo, dos ordenadores portátiles, dos agendas electrónicas, tres relojes de oro, un DVD de vehículo, dos frontales de radio cassette y numerosos efectos de souvenir, como machetes, perfumes y afeitadoras.