A diario los estudiantes confeccionan decenas de lazos verdes,
que a su vez lucen los maestros en la solapa. También hay algunos
distribuidos en el hall, el patio y los pasillos y en el resto del
colegio los carteles con la fotografía de Ana Eva están presentes
en cada rincón, así como el lema que reza «Seguimos buscando». La
iniciativa ha partido de la plataforma de Amigos de Ana Eva, que
cada día que pasa cuenta con más colaboradores y lleva a cabo más
acciones. Una de las psicólogas de Santa Mónica, que conoció a la
maestra desaparecida en su etapa laboral, también se paseaba ayer
por el patio infantil reuniendo firmas entre los padres de alumnos
e interesados. Todos esos apoyos, al final, serán remitidos a la
Delegación del Gobierno, cuyo nuevo responsable, Miquel Ramis, se
ha comprometido -«en la medida de mis posibilidades»- a reactivar
el caso.
El sentimiento generalizado en el colegio de la profesora
palmesana, de la que no se tienen noticias desde el 21 de octubre
de 2001, es que no se actuó con los suficientes reflejos «y por eso
ahora estamos en un callejón que aparentemente no tiene salida».
«Parece mentira que la policía e incluso la familia sostuvieran en
los primeros días que Ana Eva se había marchado voluntariamente;
perdimos un tiempo precioso, se borraron huellas y luego todo el
mundo empezó a darse cuenta de que no se había ido por su propia
voluntad», opinó una de las maestras.
La filóloga alquiló un piso en la calle Aragón, esquina con
Reina Violante, a 200 metros de Santa Mónica. De esta forma tenía
el trabajo cerca. Ahora, esas calles están repletas de carteles con
su fotografía. Por otra parte, el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda,
ha autorizado que se cuelguen esos mismos carteles en todas las
parroquias de la Isla, con el objeto de colaborar en la
movilización ciudadana.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.