El lunes fue el primer día de trabajo de Juan Manuel López en la
obra del futuro edificio que se alzará en la Costa de Sant Domingo,
frente a la Oficina de Información Turística. Ayer, cuando estaba
comenzando su segunda jornada, tres mil kilos de tablones de
encofrado acabaron con su vida.
La Policía Local informó de que la empresa promotora de la obra
es «Edificios Restaurados» y que la constructora es «Estructuras y
Obras de Baleares S.L.». El responsable de la obra se encontraba
muy afectado por lo ocurrido y no quiso hacer declaraciones. Entre
las diez y la una de la tarde fueron muchos los políticos que se
desplazaron al solar del siniestro para conocer de primera mano los
pormenores del desastre. Miquel Rosselló, conseller de Treball, y
Carme Font, directora del Instituto de Salud Laboral, fueron de los
primeros en llegar y destacaron que los datos esperanzadores de las
últimas estadísticas se están truncando con accidentes mortales
como los de Lloseta -donde un trabajador cayó en una fábrica de
cemento- y el de ayer: «La siniestralidad había pegado un bajón,
pero no podemos dormirnos y hay que seguir trabajando»,
opinaron.
El alcalde de Palma, Joan Fageda, el delegado del Gobierno,
Miquel Ramis, el teniente de alcalde de Infraestructuras de Cort,
José María Rodríguez, y el concejal de Governació, José Manuel
Sierra, así como Lorenzo Bravo y Josep Benedicto, secretarios
generales de UGT y CC.OO respectivamente, también comparecieron en
la Costa de Sant Domingo y fueron informados por el mayor Brull, de
la Policía Local, de las circunstancias del accidente laboral.
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