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Un accidente sin consecuencias graves entre tres coches estuvo a punto ayer de acabar en una gran tragedia cuando uno de los turismos salió despedido contra una gasolinera y arrancó de cuajo un surtidor.

El siniestro ocurrió poco después de las doce y media del mediodía, en la estación de servicio ubicada a la entrada de esa localidad, en el kilómetro 51 de la carretera Palma-Alcúdia. Según explicó un portavoz de los Bomberos de Mallorca, el accidente múltiple no habría tenido mayores consecuencias de no ser porque uno de los conductores perdió el control y se estrelló directamente contra uno de los bidones de suministro. La alarma saltó de inmediato y fueron los propios encargados de la gasolinera, de la compañía Cepsa, quienes pidieron ayuda urgente. En el operativo de emergencia participó la Guardia Civil, Policía Local, bomberos y también el 061, para atender a los lesionados y en previsión de que alguien más saliera malparado. «Tuvimos suerte, porque en situaciones como ésta, cuando se arranca de cuajo un surtidor y el coche ha sufrido daños en el motor y hay peligro de que salten chispas, cualquier imprevisto es imaginable», admitió un bombero, que explicó que habían arrojado grandes cantidades de espuma para evitar una deflagración.