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J.J.S./M.J.
Afortunadamente, la tormenta pasó rápidamente por Mallorca. Si se hubiera estabilizado, estaríamos hablando de grandes cantidades de litros por metro cuadrado.

La tormenta entró en la Isla por Andratx, prosiguió por Calvià, donde se creó un «cap de fibló» que causó numerosos daños, llegó a Palma, se dirigió hacia el norte por la comarca del Raiguer y salió por la Badia d'Alcúdia. Poco después, ya en el mar, la tormenta se deshizo.

No existen muchos datos sobre su paso. El Centre Meteorològic Territorial de Balears informó de 23 litros por metro cuadrado en 10 minutos en Portopí y, en el mismo lugar, de vientos de 91 kilómetros por hora. Por la mañana, el Meteorològic no había detectado «caps de fibló», si bien no los descartaba. Por la tarde confirmó que en Calvià sí se había producido un tornado en base a informaciones de colaboradores del centro.

No obstante, no hacen falta datos ante lo evidente. Agustí Jansà, director del Meteorològic, habló de «un núcleo tormentoso muy fuerte, con vientos igualmente fuertes en su frente de ataque».

No fue la única tormenta, aunque sí la que creó daños al atravesar la Isla. Jansà indicó que se habia creado otro núcleo tormentoso en el mar, frente a la costa de la Serra de Tramuntana y fregando el Port de Sóller, pero no llegó a tierra.

Por su parte, si en días pasados los rayos habían inutilizado líneas eléctricas, en esta ocasión fue el viento el que lo hizo. Más de 2.600 clientes de GESA de Sant Agustí, Sol de Mallorca (Calvià), parte de Binissalem, Santa Eugènia y Biniali se quedaron sin luz por daños en líneas de media tensión. Otros 70 (20 en Palma y 50 en el resto de Mallorca) se quedaron sin suministro por averías en líneas individuales de baja tensión.