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EFE-MALAGA
Dolores Vázquez, la única persona acusada hasta la fecha del crimen de la joven de Mijas (Málaga), Rocío Wanninkhof, afirmó ayer que desconoce, y por tanto no ha tenido ninguna relación alguna, con el ciudadano británico detenido por su presunta implicación en este asesinato y en el de la chica de Coín, Sonia Carabantes, e insistió en que ella es inocente de la muerte que se le imputa. Vázquez, que compareció ayer tarde en una rueda de prensa que ella organizó ante medio centenar de medios de comunicación, a los que reprochó el tratamiento informativo que le han dado, declaró que quiere «que se encuentre al asesino de Rocío» y se averigüe «la verdad» sobre el crimen.

«Sé lo que me han hecho y ninguno de ustedes puede saber lo que siento. No puedo más», subrayó Vázquez, que culpó a los medios de «poner a la opinión pública» en su contra, y agregó que está «muerta de miedo porque se pueda producir un segundo linchamiento». En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Málaga, dijo que se sentía «como un animal, cuando yo no he hecho nada», y aludió a los «dos testigos falsos» que hubo, cuyos testimonios «desmontó mi abogado», aunque confesó que teme «que lo vuelvan a hacer».

Lamentó que se intente demostrar «una conexión que nunca ha existido» con el detenido, e insistió en que «son rumores y luego dirán que son indicios en el juicio, esto es una campaña en la que todo son bulos». Tras conocer anteayer la detención de Tony Alexander King, Dolores Vázquez dijo que estuvo «temblando», y añadió que «parte de mí también piensa, ¡caramba! ¿y si él no fue?», por lo que pidió que «no se cometan más errores». A su llegada al restaurante en el que ofreció la rueda de prensa, Dolores se mostró sonriente y tranquila, aunque no ocultó su malestar con los medios de comunicación por cómo la han tratado, y afirmó que está «indignada» y que no suele comparecer porque «no me siento cómoda» y además «no sirve de nada lo que yo diga».