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JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
«Ha pasado ya mucho tiempo, pero estamos muy satisfechos de que por fin se hayan practicado detenciones. Nadie se podía creer que la muerte de mi hermano era una sobredosis y ahora se está demostrando». Dominga, la hermana de Andrés Moyá Bueno, declaró ayer a Ultima Hora desde Albacete, donde reside, que el colombiano detenido en relación a este caso «era un amigo íntimo de mi hermano, incluso él consideraba que era su mejor amigo». La mujer, con todo, pidió que las investigaciones continúen «porque está claro que hay más gente implicada». Según su opinión, Andrés fue asesinado «para quedarse con el dinero de un alijo de cocaína». Dominga explicó que el 4 de mayo de 2002 Andrés y Alex, el ahora detenido, viajaron a Colombia, donde se hicieron con una importante cantidad de cocaína. Ese alijo no lo pagaron, y a principios de junio regresaron a Manacor, presumiblemente con la droga en sus cuerpos. «Se querían quedar los cinco millones de pesetas que valía ese alijo, y por eso simularon una sobredosis», sostiene la hermana.

La relación entre Alex y Andrés se inició cuando el segundo lo contrató para la empresa de construcción en la que trabajaba. Luego, sin embargo, parece ser que se metieron en asuntos turbios relacionados con la cocaína, pero Andrés siguió confiando en el colombiano. El miércoles el Cuerpo Nacional de Policía lo localizó en Manacor y la jueza que instruye el caso lo envió directamente a prisión, acusado de homicidio.