Los compañeros del trabajador que falleció vivieron una jornada de auténtico drama. Fueron ellos quienes acudieron en un primer momento en auxilio del obrero.Fotos: ELENA DÁVILA

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JAVIER JIMÉNEZ-GUILLEM PICÓ
La víctima, que era vecino de Alcúdia, y cerca de una quincena de compañeros estaban trabajando en la construcción del hotel Viva Mayor, que se está alzando en las inmediaciones de la Avenida de Santa Eulàlia, cerca del parque de bomberos.

Durante la mañana estuvieron reforzando el muro de contención, que sirve para nivelar el terreno excavado por el subterráneo, y a las doce del mediodía aconteció la tragedia. La pared, formada por pesados bloques y cemento, se desplomó por motivos que están siendo determinados y alcanzó de lleno a Francisco Javier, que quedó semisepultado bajo los cascotes. Los traumatismos que sufrió fueron severos y le afectaron a casi todo el cuerpo.

Los otros trabajadores, que salieron ilesos del accidente, corrieron a socorrerlo y cuando los servicios sanitarios del 061 y los bomberos de Can Picafort llegaron al hotel ya lo habían rescatado. Sin embargo, el cuerpo permanecía inerte, sin constantes vitales, y durante 40 minutos los facultativos realizaron grandes esfuerzos para conseguir reanimarlo. Los compañeros permanecieron expectantes a lo largo de todo el proceso, terriblemente afectados, y cuando se confirmó el fallecimiento se vivieron momentos de honda emoción. La Policía Local y la Guardia Civil también se desplazaron hasta el hotel en construcción, para llevar a cabo el informe sobre el accidente laboral mortal, el primero que se registra este año en Balears.

El juzgado de guardia de Inca fue informado del fallecimiento del joven trabajador y el magistrado, tras ser puesto al corriente de los pormenores del caso, ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado hasta el instituto anatómico, donde hoy está previsto que se le practique la autopsia. Mientras tanto, los investigadores tratan de dilucidar qué pasó en el hotel en construcción para explicar la caída del muro, que tenía unos dos metros y medio de altura y varias toneladas de peso. Una de las hipótesis, todavía pendiente de confirmación, es que el brazo de una pala excavadora, que estaba moviendo hormigón, topó con la pared, provocando el desplome general de los bloques.