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EFE-SANTA CRUZ
Carmen C.U., una mujer de 59 años residente en La Palma, se convirtió ayer en la decimotercera víctima de la violencia doméstica en España tras morir a manos de su esposo, que posteriormente se quitó la vida con una carga explosiva y que también intentó asesinar al hijo que convivía con ambos.

Hacia las 02.00 horas de la madrugada Manuel G.M., de 67 años, disparó un tiro de escopeta a su esposa en la calle Méndez Cabezola de Santa Cruz de La Palma y luego se desplazó unos 400 metros hacia la plaza de San Fernando, al norte de la ciudad, donde prendió fuego a un cinturón con explosivos que se había atado al cuerpo.

La violencia de la explosión decapitó y desmembró el cuerpo del hombre, cuyos restos fueron buscados por agentes de las policías local y nacional, guardia civil y bomberos durante unas cuatro horas. Al parecer, el presunto homicida también intentó asesinar al hijo que convivía con ambos en el domicilio familiar, que padece esquizofrenia y que pudo arrebatarle de las manos la escopeta. Aparte de este hijo, que se encuentra ingresado en el Hospital Nuestra Señora de las Nieves de la capital palmera, el matrimonio tenía otros seis más, de los cuales cinco residen en Lanzarote y el restante, en la península. Si bien en un principio se comentó que el presunto homicida se dedicaba al oficio de cabuquero o encargado de poner la dinamita en las galerías para extraer el agua, nuevas informaciones apuntan a que se dedicaba a la limpieza de pozos sépticos.