Los médicos de Son Llàtzer le aplicaron casi 40 puntos en un ojo. Foto: JAUME MOREY

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Este periódico se puso en contacto con el agredido, que confirmó que ha tenido que ser intervenido de urgencia en un centro hospitalario y que contó los pormenores de lo ocurrido.

«Soy interino y por reclamar mis derechos administrativos he tenido problemas. Con muchos profesores del colegio tengo una relación difícil, pero nunca me hubiera podido imaginar que me iba a pasar algo similar», relató Bernardo. Ese día, a las 8.55 horas, aparcó su vehículo enfrente de la entrada del centro escolar: «Es una especie de descampado y no hay tantos agobios para aparcar.

De repente, cuando me dirigía al colegio, se me acercó un hombre corpulento al que no conocía de nada y que me preguntó: '¿Tu eres Bernardo?'. Le respondí que sí, pensando que se trataba del padre de algún alumno que tenía alguna duda, pero en vez de eso el hombre me gritó: '¿A ti que te pasa con María Jesús?' y sin más me propinó un puñetazo brutal en el ojo izquierdo, que me destrozó las gafas y provocó que me clavara todos los cristales».

Bernardo, aturdido, empezó a sangrar y trató de llegar hasta los padres que se agrupaban en la entrada del colegio, para pedir ayuda. En esos metros que se le hicieron eternos recibió nuevos y violentos golpes: «No paraba de darme patadas, fue terrible», recuerda. La Policía Local fue avisada de la agresión y una patrulla se desplazó rápidamente hasta la calle Mare de Deu de la Victoria, donde procedió a la detención del sospechoso, que al parecer es taxista de profesión.