Entre estas personas se encuentra el alcalde de Navalmoral,
Rafael Mateos, que después confirmó, junto a la charca donde se
ahogaron los tres hermanos, que ayer por la mañana firmó un decreto
en el que se fijan tres días de luto oficial. Los niños eran
hermanos y tenían 12, 10 y 5 años.
El alcalde se mostró consternado tras permanecer hasta las doce
de la noche con la familia de los fallecidos, el día de la
tragedia. Mateos señaló que el padre es una persona que ha estado
«absolutamente pendiente de sus hijos en todo momento y de que no
se le movieran de las manos» y explicó que, precisamente por ello,
sentía «un poco el remordimiento que yo le detecté anoche y por el
que traté de consolarle diciéndole que no era culpa de él».
Según dijo el alcalde moralo, los primeros indicios apuntan a
que los niños se alejaron en sus bicicletas y que alguno de ellos
cayó a la charca y el resto se lanzaron a sacarle, aunque matizó
que todo está bajo secreto de sumario.
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