Empleados de la funeraria y guardias civiles trasladan el cadáver de la mujer. Foto: MICHELS

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La víctima, Hanna Irene Jean Morgan, de 58 años, y su esposo, William Hector R., de 59, residen en un apartamento del Edificio Cabrera, en la Avenida Ramón de Moncada de Santa Ponça. A las seis de la mañana de ayer, aproximadamente, una llamada telefónica alertó a la Policía Local de Calvià de que había problemas en un piso de aquella finca y cuando los agentes llegaron se encontraron a la mujer escocesa inerte, sobre la cama de una habitación.

Los investigadores no hallaron signos externos de violencia claros -al margen de los dos pequeños hematomas-, pero en un primer momento cobró fuerza la hipótesis de una muerte violenta. Luego, a medida que avanzaban las pesquisas, esta posibilidad se fue difuminando, aunque los agentes trasladaron al hombre hasta las dependencias de la Comandancia de Palma, donde prestó declaración sobre lo ocurrido. Desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) se insistió en que William Hector R. «no ha sido detenido» y se explicó su estancia de varias horas junto a los encargados de la investigación como un trámite necesario para aclarar algunos extremos que no cuadraban.

Inicialmente, no presentaba señales de violencia, pero la casa estaba muy desordenada y parece ser que poco antes de la muerte los dos cónyuges habían mantenido una discusión acalorada. A la altura del cuello y en la muñeca de la señora se detectó, en una inspección más minuciosa, unas leves magulladuras, que alarmaron a los policías. El caso, entonces, pasó a manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil y una docena de especialistas del Cuerpo se desplazó hasta el apartamento, donde se entrevistó con el marido, que estaba aturdido y muy afectado, y registró todo el inmueble.