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Hamid Guezzar, el ciudadano marroquí que confesó el crimen de María Isabel Ferrer en Puntiró, fue excarcelado ayer por unas horas para prestar declaración en la Jefatura de Policía por su supuesta relación en una trama de tráfico de drogas.

El homicida confeso fue trasladado, fuertemente custodiado, hasta las dependencias del Grupo de Estupefacientes, cuyos agentes le interrogaron sobre su implicación en un alijo de 3.000 pastillas de 'éxtasis'. De hecho, Hamid tiene dos causas abiertas en juzgados de Palma, la primera por el asesinato de María Isabel Ferrer en un camino de montaña de Puntiró, y la segunda por su supuesta actividad como narcotraficante.

El contenido de su declaración no ha trascendido, y a su término el acusado fue trasladado de nuevo hasta el centro penitenciario, donde permanecerá privado de libertad hasta el día en que se celebre el juicio por el crimen. Hamid, tras matar a su novia, se dio a la fuga en coche hasta el aeropuerto, y tomó un avión con destino a Madrid. De ahí, se desplazó hasta Marruecos, donde se refugió. Hace dos semanas intentó regresar a la Península, vía Melilla, pero fue detectado en la aduana y el Cuerpo Nacional de Policía lo arrestó.