La Guardia Civil del cuartel de Palmanova ha desarticula una
pandilla juvenil formada por 'niños pijos' que, supuestamente,
robaba en chalets de sus vecinos de Costa den Blanes. En la
operación se han recuperado dos coches sustraídos, joyas, cámaras
fotográficas, de vídeo y equipos musicales valorados en 36.000
euros, según informaron ayer en fuentes de la Oficina Periférica de
Comunicación (OPC).
Los acusados son Francisco Borja M.G.M., de 18 años, Sebastián
Francisco R.A., de la misma edad, Eduardo G.N., también de 18, y
Raúl N.G., de 24 y considerado como el «cabecilla» del grupo. Lo
más llamativo de la situación es que no se trata de toxicómanos o
de delincuentes habituales sin recursos económicos. Son, al
parecer, muchachos que gozan de una situación familiar desahogada y
que residen en chalets de Costa den Blanes, por lo que los
investigadores creen que entraba en casas ajenas «por el placer de
la aventura».
Emodus operandi era el siguiente: la banda vigilaba los
movimientos de sus vecinos, en concreto de los propietarios
extranjeros que pasaban temporadas fuera, y cuando los veían partir
con destino al aeropuerto planificaban el 'golpe'. Solían entrar en
las casas en la tarde-noche, y forzaban la puerta principal con una
palanqueta y un destornillador. Una vez en el interior de la casa,
revolvían cajones y armarios en busca de joyas o dinero en
efectivo, y también se apoderaban de efectos informáticos,
fotográficos o musicales.
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