Una ciclista de nacionalidad alemana murió arrollada por una furgoneta en el Port d'Alcúdia. Foto: LLUÍS PLANAS

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Una turista alemana que se alojaba en el Hotel Esperanza, en la playa de Muro, falleció ayer por la tarde tras alquilar una bici y salir a practicar deporte con una amiga. Las dos extranjeras pasaron por delante de la discoteca Magic y siguieron circulando por el carril bici, en dirección a Can Picafort.

En las inmediaciones se encuentra ubicado un centro de salud y aunque el médico de guardia llegó con prontitud ya no se pudo hacer nada por E.M.G. Su amiga, de similar edad que ella, salió ilesa, pero quedó terriblemente afectada por el desgraciado accidente, y tuvo que ser atendida. La Guardia Civil fue informada del fallecimiento, pero al tratarse de zona urbana fue la Policía Local de Alcúdia quién se hizo cargo de las investigaciones y confeccionó el correspondiente atestado. Con la muerte de ayer ya son seis las personas que han fallecido desde el domingo en las carreteras de Balears, en una de las peores semanas que se recuerda, y en total las víctimas mortales son ya 59, casi el doble de las registradas en el mismo período del año anterior.

De repente, se encontraron con un coche mal estacionado que invadía, al parecer, parte de su carril, por lo que E.M.G. se desvió hacia la carretera, con la intención de regresar unos metros más adelante. Sin embargo, ya no tuvo tiempo. No vio que una furgoneta circulaba justamente por aquel tramo, y fue golpeada con fuerza. En un primer momento, el conductor escuchó un ruido, pero no le dio mayor importancia. Metros después frenó porque vio que varias personas le hacían señas para detenerse y entonces vio a la turista tendida sobre la calzada, aparentemente muerta.

A esta estadística dramática hay que sumar los casos de heridos en estado crítico o con secuelas irreversibles. En la actualidad hay ingresados en Son Dureta dos motoristas que entre el domingo y el lunes sufrieron lesiones craneales gravísimas como consecuencia de sendos siniestros, el primero en la calle Manacor y el segundo en una rotonda de Son Ferriol. Ayer, el centro hospitalario informó de que el joven sudamericano de 25 años seguía en la UCI, en estado crítico, y Juan Agustín G.L., de 40, también está con respiración asistida y sedado, debatiéndose entre la vida y la muerte.