La víctima, vecino de Palma, y otros cinco amigos iban provistos
de cuerdas y equipados para la excursión, pero en uno de los
saltos, en concreto en el llamado «de los 22 metros», Carlos se
desenganchó y cayó desde doce metros de altura. Se golpeó
violentamente en la cabeza y comenzó a sangrar por los oídos, lo
que alarmó sobremanera a sus amigos. Dos de ellos salieron del
torrente para pedir ayuda y otros dos permanecieron con él. El
herido se encontraba consciente, aunque algo aturdido, y en el
operativo de búsqueda participaron efectivos del GREIM (Grupo de
Rescate e Intervención en Montaña), el helicóptero de la Guardia
Civil, los Bomberos de Mallorca y la Cruz Roja de Sóller.
El aparato consiguió aproximarse hasta el escalador, que fue
cargado en una camilla y trasladado hasta Son Llàtzer. Los médicos
le efectuaron distintas pruebas para comprobar, en especial, el
alcance de las lesiones craneales y su estado, que al cierre de
esta edición era grave. El viernes otro excursionista fue rescatado
en el Torrent de Pareis y el sábado fueron tres extranjeros quienes
se quedaron atrapados en aquel paraje.
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