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J.M. AGUILÓ/G. PICÓ
Un trabajador de la Empresa Funerària Municipal (EFM) de Palma falleció la pasada madrugada cuando acababa de recoger a un difunto en la calle Sant Isidre Llaurador de Ciutat. El empleado municipal, Manuel Zayas, de 52 años, casado y padre de dos niños, sufrió un infarto y murió de forma fulminante. Sus compañeros se econtraban ayer «muy afectados» por lo sucedido ya que «Manuel era un trabajador ejemplar, un auténtico líder, nunca había tenido ningún problema de salud y lo que ha pasado nos ha cogido por sorpresa», indicó el gerente de la Empresa Funerària Municipal de Palma, Óscar Collado.

Manuez Zayas y un compañero habían ido a prestar un servicio judicial en un domicilio de la calle Sant Isidre Llaurador sobre las doce de la noche. Los vecinos de un bloque de pisos que se encuentra a la altura del número 18 habían alertado de que hacía ocho días que no tenían noticias de un vecino. Agentes de la Unidad Nocturna de la Policía Local de Palma y del Cuerpo Nacional de Policía acudieron al lugar. Al entrar en la vivienda encontraron a esta persona fallecida.

Después, el juez de guardia ordenó el levantamiento del cuerpo y se avisó a la Empresa Funerària Municipal. Un vehículo en el que iban Manuel Zayas y un compañero realizó el servicio, pero cuando estaban a punto de partir hacia el depósito de cadáveres con el difunto, el empleado municipal se encontró indispuesto y falleció. El personal de una ambulancia del 061 intentó reanimarlo durante varios minutos, pero no pudo hacer nada para salvarle la vida.

El gerente de la EFM fue avisado de los sucedido y se personó en la citada calle, paralela a la calle Aragó a la altura de es Rafal. El juez de guardia fue informado de que había habido una segunda muerte y ordenó de nuevo el levantamiento del cadáver, sobre la una de la madrugada. Óscar Collado quiso remarcar que «Manuel era un ejemplo para todos, le gustaba ayudar mucho a los compañeros y llevaba veinte años trabajando con nosotros. El lunes se oficiará su funeral en Campos, donde residía», concluyó Collado.