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Un matrimonio y su hijo de 12 años fueron hallados ayer muertos con múltiples heridas de arma blanca en su domicilio de la capital burgalesa, situado en el quinto piso de un edificio de la céntrica calle Jesús María Ordoño, suceso que investiga la policía sin descartar ninguna hipótesis.

Fueron varios familiares de las víctimas mortales quienes acudieron de madrugada a la vivienda, ante la ausencia de noticias sobre la pareja y su hijo, cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados muy ensangrentados dentro de la vivienda, según informó la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio.

La identidad de los fallecidos corresponde a Salvador Crisanto Barrio Espinosa, de 53 años; su esposa, Julia Dos Ramos Santamarina, natural de Galicia y de 47 años, y un hijo de ambos, Alvaro, de 12 años.

El matrimonio tenía además otro hijo, de 16 años, que se enteró de lo sucedido por la mañana y que no se encontraba en el domicilio familiar de Burgos porque estudia en el colegio de los Gabrielistas de la localidad de La Aguilera, cerca de Aranda de Duero (Burgos).

Salvador Crisanto Barrio era alcalde pedáneo de La Parte de Bureba, localidad situada a unos 50 kilómetros de Burgos, donde, junto con un hermano, ejercía como agricultor. Ambos gestionaban una cooperativa, estaban considerados por los vecinos como personas normales, sin enemigos conocidos, y trabajaban en una amplia superficie dedicada fundamentalmente al cultivo del cereal. Las investigaciones policiales tienen prácticamente descartada la posibilidad de que el caso esté vinculado con violencia doméstica, aunque permanecen todas las líneas de investigación abiertas, entre ellas el robo. La violencia de género «no es fácil» en este caso, aunque no se descarta ninguna hipótesis en las investigaciones, aseguró en rueda de prensa la subdelegada del Gobierno de Burgos.