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La Policía Local de Calvià realizó ayer una nueva intervención en la playa de Santa Ponça contra los vendedores ambulantes de fruta y bebidas. Los agentes requisaron una docena de cajas de fruta que estaban repartidas por la playa y sancionaron a media docena de vendedores. Durante los meses de verano los agentes vienen recibiendo decenas de quejas de los vecinos y comerciantes de la zona por la presencia de estos vendedores. Por este motivo se han realizado diversas actuaciones para erradicar esta práctica.

Los vendedores colocan las cajas y cubos en distintas partes de la playa para que los policías no los vean. Así, van ofreciendo trozos de fruta a cinco euros a las personas que se encuentran en la playa y tienen los cubos cerca para poder servir pero no los llevan encima.

Muchas personas que se estaban en la playa «aplaudieron» a los agentes cuando retuvieron a los vendedores ambulantes ayer y les quitaron las cajas y cubos con fruta, los cuchillos y las bebidas que llevaban. A raíz del incremento de vigilancia ha disminuido el número de vendedores ilegales en las playas de Calvià y se ha pasado de 50 personas que actuaban el verano pasado a unas 25 en éste.