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PEP MATAS-E. LÓPEZ VERDÚ
La Guardia Civil tomó ayer declaración a los familiares de Rosana, la pequeña que falleció por el ataque de dos perros en la finca de sus tíos, en Llucmajor. El resultado de esta diligencia no ha trascendido. Las investigaciones del caso las ha asumido la Guardia Civil de la localidad y efectivos del Equipo de Policía Judicial. Parece claro que se trata de un trágico accidente, pero se tiene que aclarar la manera cómo ocurrió. En este sentido, es también importante el resultado de los análisis que se tienen que efectuar a los dos perros, y ayer estuvo en la perrera un experto en veterinaria de la Consellería de Salud del Govern.

Se da la circunstancia de que la pequeña se encontraba en la finca de sus tíos porque sus padres se habían desplazado a Formentera para pasar unos días de vacaciones.

Ayer, nada más confirmarse la muerte de Rosana, se iniciaron las gestiones oportunas, y un helicóptero del 061 se desplazó a Formentera, recogió a los padres y los trajo a Palma, donde llegaron pasadas las cuatro de la tarde. Con respecto a los tíos, en la localidad de Llucmajor ayer había muy poca gente que pudiera aportar algún dato sobre ellos. Parece ser que se instalaron en la finca donde ocurrieron los hechos, a la salida de Llucmajor en dirección hacia Algaida, a principios del presente mes.

Tantos éstos como los padres de la criatura y el resto de familiares estaban consternados por lo sucedido, una tragedia que nadie se explica ya que al parecer ninguno de los dos perros había tenido antes un comportamiento agresivo con la niña, de cuatro años de edad.