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EFE-MIAMI
El huracán «Charley» cruzó ayer Florida, donde dejó una estela de destrucción después de entrar por la costa oeste con gran violencia y llegar hasta el océano Atlántico unas ocho horas más tarde, aunque ya muy debilitado.

En la trayectoria del ciclón, que incluyó la turística zona de Orlando, quedaron devastadas numerosas edificaciones, barcos y automóviles, así como inundaciones y cortes de electricidad que afectaron al menos a 700.000 personas, aunque esa cifra puede aumentar.

Al abalanzarse sobre Florida con vientos máximos sostenidos de unos 230 kilómetros por hora, «Charley» ocasionó tornados y marejadas de más cuatro metros que inundaron hoteles y edificaciones de la costa.

En Florida se confirmó ayer tarde la cifra de al menos dos muertos, cientos de desaparecidos, medio millón de personas sin electricidad y daños por doquier.

Con dos muertes confirmadas en Florida y cuatro en Cuba el viernes, la cifra de muertos podría aumentar considerablemente. Los medios de comunicación informaban sobre un gran número de víctimas en un barrio de casas rodantes en Punta Gorda, una ciudad de la costa oeste de Florida que fue tomada por sorpresa. El huracán tocó la costa más al sur de lo que se esperaba. El gerente de emergencia de la localidad, Wayne Sallade, dijo llorando a CNN, que pidió 60 bolsas para cadáveres.