Los primeros bomberos que llegaron a las cuatro de la mañana pidieron refuerzos de inmediato. Foto: D.ROTGER

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Los terrenos donde se ubica el desguace, propiedad de dos hermanos, están próximos a algunos chalets y fueron precisamente los dueños de estas casas los que, a las 3.50 horas, detectaron un intenso olor a quemado, procedente del vertedero. No era la primera vez que se despertaban en esas circunstancias y, sin perder un segundo, dieron aviso a los equipos de emergencia.

Los primeros camiones de bomberos que llegaron, ya a las cuatro de la madrugada, constataron que las llamaradas eran grandiosas y que las posibilidades de controlar la situación en un margen de tiempo corto eran nulas. El desguace está dividido en dos partes: en una se amontonan miles de neumáticos, motores y chatarra, mientras que en la otra se almacenan los coches ya inservibles. El fuego se inició en el primer departamento y las consecuencias, por consiguiente, fueron inmediatas: una densa columna de humo muy negro y un hedor insoportable, que llegó incluso al pueblo, ubicado a un kilómetro. Un policía local explicó que algunos conductores, a primera hora de la mañana, detuvieron sus vehículos y se apearon pensando que el motor se estaba incendiando. En realidad, se trataba del olor a quemado de los neumáticos del desguace.

Los bomberos de Llucmajor, que trabajaron ininterrumpidamente durante 10 horas junto a sus compañeros de Calvià y Felanitx para sofocar las llamas, señalaron que no se conocían las causas del siniestro, aunque reconocieron que «no es nada fácil que unos neumáticos empiecen a arder así por las buenas». Junto a la pirámide de ruedas -procedentes de coches, ciclomotores, camiones y tractores- se filtran aceites y gasolina de los coches desguazados, y tampoco se descarta que el siniestro comenzara al arder una de aquellas manchas.

La Guardia Civil y la Policía Local de Llucmajor permanecieron varias horas en los terrenos, e incluso una ambulancia se acercó por el desguace por si alguien resultaba intoxicado. La intervención de los sanitarios, por fortuna, no fue necesaria. A las 14.20 horas la normalidad volvió al desguace, tras un día muy largo.