«Todo fue tan rápido que no tuvimos tiempo de reaccionar. El
coche pegó una gran frenada, pero se llevó por delante a Andrés.
Fue un milagro, porque le dio un golpe tremendo y todos pensamos lo
peor», contó ayer Laura, la madre, en el hospital de Son Llàtzer,
donde está ingresado el menor. Para asombro de todos, el zagal
seguía consciente, aunque herido en cara y cuello. Hasta ese tramo
corrieron vecinos y familiares, que intentaron detener el coche al
comprender que el conductor intentaba huir. «Una mujer llegó a
abrirle la puerta, pero ese hombre arrancó a toda prisa y se
escapó», relató Cristina, uno de los testigos. Cerca de 40 vecinos,
en coches y motos, iniciaron la persecución del fugitivo, al que
algunos conocían porque un familiar reside en aquella
urbanización.
El vehículo, con todo, consiguió escapar, pero minutos después
regresó a la calle Málaga, donde fue detectado de nuevo. P.R.L. y
su acompañante se refugiaron en un chalet para evitar ser
linchados, pero la Policía Local de Marratxí, que había sido
informada de lo ocurrido, procedió a su detención. El individuo dio
positivo en la prueba de alcoholemia y luego se confirmó que
carecía de carnet, ya que éste le había sido retirado por otro
accidente ocurrido hace un año. En este sentido, Laura, la
progenitora, explicó que «se lo habían quitado porque ya atropelló
a otro niño de 10 años que se llama Martín».
El acusado pasó la noche en los calabozos y ayer por la mañana
fue presentado en el juzgado de guardia de Palma. El juez, tras
escuchar su versión de los hechos, decidió dejarlo en libertad,
aunque deberá hacer frente a una importante sanción económica y
casi con seguridad perderá el carnet de conducir de forma
definitiva. Andrés, la víctima del atropello, continuaba ayer en su
habitación de Son Llàtzer, con dolores en las cervicales y
magullado. Su padre, Julián, estaba indignado por lo ocurrido y a
la vez aliviado: «Ha vuelto a nacer».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.