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El fiscal pide 11 años de cárcel para un joven de 28 años de edad, Iñigo Ch., que fue juzgado ayer acusado de cometer en Palma numerosos abusos sexuales a tres menores con edades comprendidas entre los 13 y 14 años. El joven fue detenido el pasado 18 de agosto en Palma por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, después de que un juzgado de Palma autorizase un registro en el domicilio del acusado. La policía se incautó del equipo informático del joven y de abundante material de pornografía que incluía fotografías de sus víctimas. Tras las primeras investigaciones, se habló de que el joven había mantenido relaciones sexuales con al menos 15 menores, aunque en la vista oral de ayer el fiscal le acusó exclusivamente de abusos a tres menores. Al parecer, el acusado contactaba con sus víctimas a través de «chats» de Internet y quedaba con ellos en los baños de un centro de ocio de Palma. Una vez allí, realizaba tocamientos, felaciones y masturbaciones a las víctimas, además de fotografiarlas. Las imágenes eran posteriormente intercambiadas a un usuario no identificado en Internet.

Durante el juicio, que fue en su mayor parte a puerta cerrada, se registraron algunas escenas de tensión entre los padres de las víctimas y el acusado, por lo que el juez tuvo que llamar al orden en alguna ocasión. Por su parte, Iñigo Ch. pidió perdón a las víctimas y declaró que «fue un alivio» que la policía le detuviera «porque tenía ganas de acabar con esto». El psiquiatra que lo examinó manifestó ayer que el joven padece un trastorno de pedofilia. Al finalizar el juicio, el fiscal planteó la alternativa de que los hechos constituyan un delito de favorecimiento de la prostitución por el que pide seis años de cárcel, ya que según la defensa, las relaciones fueron consentidas y bajo un acuerdo económico.