El hundimiento parcial de un edificio del barrio del Carmel de
Barcelona, que ya estaba desalojado a causa de un desprendimiento
causado por las obras del túnel de la línea 5 del metro, obligó
ayer a desalojar preventivamente a los vecinos de cincuenta
edificios de la zona, sin causar heridos.
Según fuentes del Ayuntamiento de Barcelona y de la empresa
GISA, que gestiona las obras del metro, el desalojo se efectuó
sobre las 9.00 horas de la mañana de forma preventiva en unos
edificios situados entre las calles Sigüenza, Pasaje Calafell y
Conca de Tremp.
El desalojo de más de un centenar de familias se produjo después
de que se hundiera el suelo de los bajos ocupados por un taller del
edificio número 10 del Pasaje Calafell y cuyos 25 vecinos ya fueron
desalojados el pasado martes.
En estos bajos se produjo un enorme socavón, que, según algunos
testigos, tiene unos 20 metros de diámetro y es muy profundo. Según
fuentes del departamento de Política Territorial y Obras Públicas,
los vecinos desalojados ayer, que fueron realojados por el
ayuntamiento en hoteles cercanos y en casas de familiares, no
podrán regresar a sus domicilios hasta dentro de unos días, cuando
acaben los trabajos de estabilización de los terrenos afectados por
el desprendimiento. Técnicos de GISA se desplazaron hasta el lugar
del hundimiento para evaluar las medidas que deben tomar para
detener el proceso de desprendimiento.
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