Un niño de 13 años, vecino de Capdepera, tuvo que ser asistido la
madrugada del viernes en el Institut de Recerca Hiperbàrica tras
sufrir una intoxicación de monóxido de carbono causada por la mala
combustión de un brasero de carbón al que estuvo expuesto durante
más de diez horas.
Se trata de un gas letal que es inodoro, incoloro, no irritante y
extremadamente difusible. Los síntomas de la intoxicación son dolor
de cabeza, somnolencia, desvanecimiento y dificultades para
respirar, entre otros.
La reanimación tuvo que efectuarse en la cámara hiperbárica que
Medisub tiene instalada en la Clínica Juaneda de Palma.
El adolescente, aquejado de gripe, tenía en su domicilio un
brasero de carbón hecho que, con toda probabilidad, ocasionó su
desvanecimiento, tras haber inhalado monóxido de carbono.
Los padres del menor, al percatarse del hecho, trasladaron al
chico al Punto de Atención Continuada (PAC) de Capdepera donde se
le diagnosticó una posible intoxicación por monóxido de carbono por
lo que, de inmediato, fue trasladado al Hospital de Manacor.
Una vez allí, el equipo de pediatras le realizó las pruebas
correspondientes que dieron resultado positivo, por lo que fue
necesario que el niño fuera tratado de inmediato con el sistema de
oxigenación hiperbárica. La eficacia de este método consiste en que
se elimina rápidamente el gas tóxico de la sangre. Se consigue así,
en pocos minutos, lo que el oxígeno a presión normal tardaría horas
en reparar. Cabe recordar que la rapidez con la que se inicia el
tratamiento es vital en estos casos para evitar daños
irreparables.
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