Caída de un gran árbol en la calle Miguela, en es Coll d'en Rabassa, de madrugada. Foto: DANI
15/02/05 0:00
El vendaval, que alcanzó rachas de 135 kilómetros por hora, castigó múltiples barriadas de la capital, desde el casco antiguo hasta el Coll den Rabassa, pasando por Son Xigala, sa Vileta, Son Rapinya o también El Molinar, Ciutat Jardí y el Passeig Marítim. Como era la esperar, las líneas telefónicas de la policía y los bomberos recibieron por la noche un aluvión de llamadas. El incidente de la iglesia de Santa Eulàlia o el incendio de s'Albufera tuvieron un mismo desencadenante: el viento furioso que soplaba en todas las direcciones, sin dar tregua. Además, no todo fueron desastres de consideración.
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